Vestidos…

Los vestidos son ese tipo de prendas versátiles con la que podemos vestirnos con un estilo muy diferente en función de la forma de accesorizarlos. Tanto para el día como para la noche, es muy fácil adaptar un vestido a cada ocasión cambiando sólo los complementos.

Vamos a fijarnos en tres modelos de vestido muy diferentes, a la izquierda podéis ver la versión  para llevar durante el día y a la derecha la propuesta para la noche.

Los colores claros no son sólo para el día y mucho menos en verano,
cambiando el capazo por un cluth y las cuñas por unos peep toes, hemos
cambiado completamente el registro ¿no os parece? Una buena opción para esas jornadas laborales que se alargan y en las que ni siquiera tenemos tiempo de pasar por casa.

Llevar un vestido asimétrico durante el día es una opción estupenda, una bailarina o cualquier otro tipo de zapato sencillo y un bolso grande en el que nos coja todo lo necesario para nuestra jornada restará sofisticación al look. Para la noche sin embargo hemos elegido un zapato contundente tipo pulsera y un cluth pequeñito en este caso en
ambas ocasiones hemos elegido tonos flúor. Dos opciones muy favorecedoras al alcance de
todas. 

 Y por último un vestido tipo venda -de los pegaditos- aunque a priori sean mas tipo noche también podemos utilizarlo facilmente durante el día si lo suavizamos con una camisa oversize -estilo vaquero por ejemplo- y unas sandalias planas. Si necesitamos llevar muchas cosas elegiremos un bolso grande, si no es así tambien podemos optar por uno tipo sobre.  Para la noche, el negro combinado con el dorado es un acierto seguro.