Hay postres que da gusto ponerse hacer por su fácil elaboración y su rico resultado, sin duda uno de esos postres es el tiramisú. Desde que aprendí a hacerlo me resulta tremendamente extraño probar los sucedáneos que ofrecen en la carta algunos restaurantes, debería ser delito hacerlo tan mal porque de verdad que siguiendo 3 sencillos pasos el resultado pasa de muy aceptable a delicioso.
Ingredientes
2 claras de huevo, 4 yemas, 100 g de azúcar, 400 g de queso mascarpone, 1 paquete de bizcochos de soletilla, 175 ml de café, cacao en polvo Valor sin azúcar para espolvorear.
Preparación:
Lo primero es hacer el café para que enfríe mientras preparamos el resto. Podemos hacer una cafetera tradicional con nuestro café favorito (a mi juicio la mejor opción) En alguna ocasión he utilizado el café creme express de Marcilla disuelto en agua (una cantidad generosa para que esté bien concentrado) y el resultado también es bueno.
Una vez que hemos dejado enfriando el café, montamos las claras a punto de nieve y reservamos (podemos hacerlo con el utensilio de la batidora para montar claras o si no tenéis a mano con unas varillas).
Utilizando también la batidora mezclamos el azúcar y las yemas hasta que la mezcla nos quede blanquecina y espumosa (os vais a dar cuenta como cambia de aspecto) Añadimos el queso mascarpone y seguimos batiendo para que se mezcle bien. Cuando ya lo tengamos bien mezclado introducimos las claras que hemos dejado a punto de nieve y las unimos con movimientos envolventes para conseguir una mezcla homogenea y cremosa.
Ya tenemos el grueso del tiramisú listo, solo nos queda montarlo ¿A que ha sido muy sencillo?
En una fuente transparente y rectangular, colocamos los bizcochos previamente remojados en el café que teníamos enfriando. Ya tenemos la base del tiramisú. Los cubrimos con una capa de nuestro preparado de mascarpone y espolvoreamos por encima el chocolate con ayuda de un colador (una cantidad que cubra toda la superficie). Ponemos otra capa de bizcochos previamente remojados en café y volvemos a cubrir con la mezcla de mascarpone que nos queda. Espolvoreamos nuevamente chocolate por encima y a la nevara! Debemos dejarlo en la nevera un mínimo de 4 horas para que se enfríe bien y consiga la consistencia adecuada.
¿Qué os ha parecido, sencillo verdad? Os aseguro que está ¡delicioso!
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