El encaje, es un tipo de tejido que resulta muy versátil a la hora de diseñar vestidos. Este, ha dejado de ser exclusivo para los trajes de fiesta y aquellos más formales en los que se requiere cierta elegancia o glamour, ha adaptado muchas variantes y ahora deslumbra en cualquier época del año.
Los mini vestidos, son prendas exclusivas de verano, en los cuales, el encaje se ha convertido casi en un protagonista en esta temporada, añadiendo a ello, su sentido fenomenal que favorece a todas las chicas. Modelos con sugerentes escotes tanto delante como en la espalda, mangas transparentes de encaje para dejar ver los hombros , se vuelven muy sugerentes, incluso un vestido cubierto completamente de encaje, queda muy original, realizando un contraste único y elegante. Si se escogen colores naturales y dorados en verano, el bronceado luce de forma espectacular.
Para las más atrevidas, los de corte asimétrico, tienen el efecto muy sensual, dejando presente la femineidad, jugando con los dibujos que tiene el encaje, tanto sencillos, como simples o tupidos. Si el encaje es abundante o simplemente se incorpora en el vestido en ciertos sitios estratégicos, causan un efecto precioso en cualquier mujer.
Para las que prefieren vestir discretas, los vestidos bordados, son ideales para ellas. La sencillez y la sofisticación van unidas en estos vestidos de encaje, para conseguir el efecto deseado, los colores del forro, han de ser naturales. Esto da un aire retro para las que aman este estilo, perfectos para las ocasiones más especiales, incluso para uso diario.