El dolor del parto…

A raíz de los post que voy haciendo sobre la temática niños me vais pidiendo nuevos temas, quizás el de hoy sea el mas difícil por la sensible situación en la que me encuentro, 38 semanas de embarazo, parto inminente, pero aún así trataré de daros mi punto de vista. 
Uno de los temas que mas preocupan o que están en la cabeza de todas es el miedo al dolor, el miedo a sufrir y el miedo a que nuestro bebé y nosotras estemos bien. Después del master en partos que he hecho en los últimos años, me da la sensación que todos estos miedos tienen un origen claro: la educación o mas bien la escasa educación sobre la reproducción humana. En el colegio analizamos pormenorizadamente procesos como por ejemplo el de la digestión, un proceso fisiológico y natural como puede ser el parto y por tanto todas en mayor o menor medida tenemos una idea de cómo este proceso natural transcurre diariamente en nuestra vida con total normalidad. Es cierto que a veces tenemos indigestión o incluso que algunas personas se mueren por obstrucción alimentaria pero todos tenemos claro que la digestión es un proceso fisiológico normal de nuestro cuerpo y nadie se plantea nada mas al respecto.

Evidentemente en el tema del embarazo y parto confluyen muchísimos mas factores: una decisión personal nacida del amor entre dos personas, un nuevo ser que llega a este mundo etc. pero el proceso en si mismo, la gestación del nuevo ser y el alumbramiento no deja de ser como en el caso de la digestión un proceso fisiológico y natural que se desarrolla espontáneamente en el cuerpo de una mujer sana que está preparada para concebir, gestar y parir sin mayor esfuerzo (espero que algún día los libros de texto recojan esta información de forma científica y pormenorizada tan importante para nuestra especie, tanto o mas que la digestión, el sistema respiratorio, etc.)

El cine, la televisión los medios de comunicación en general han ayudado mucho a que en nuestro inconsciente este proceso se vea como algo complicado e incluso peligroso, mezclando temas de salubridad y falta de agua potable en el pasado o a día de hoy en países subdesarrollados, con muertes de mujeres y niños. Y por supuesto siempre caricaturizado el momento del parto bajo el paraguas de la mujer desvalida y el dolor por el dolor. La realidad promulgada por la OMS y en el caso de España el Ministerio de Sanidad es bien distinta, afortunadamente.

El Dolor
Quizás uno de los temas que mas nos preocupan cuando se acerca el momento. Cuando una mujer se queda embarazada debe saber que un parto duele y duele mucho y que no hay forma de evitar ese dolor. La cuestión es decidir cuando quieres que te duela y de que manera quieres enfrentarte a ese dolor.

El parto es movimiento, el proceso de dilatación en un parto es el tiempo en el que el bebé que está dentro de nosotras busca la salida para llegar a nuestros brazos. Y son esos movimientos, es esa dilatación la que hace que tu cuerpo se abra y sintamos ese dolor que va de menos a mas en intensidad. Ese dolor es fundamental para que dejemos salida al bebé. Creo que esta es la primera cuestión que deberíamos tener clara. Ahora bien, el dolor que sientes no es como un dolor de muelas o cuando te duele la cabeza y dependerá de nosotras y de quien nos rodee que este dolor lo veamos o llevemos, como un medio para llegar a un fin o sea sencillamente puro sufrimiento.

¿Cuándo quieres que te duela? 
Quizás esa es la pregunta mas importante que deberíamos hacernos incluso antes de estar embarazadas si conociéramos el proceso en profundidad. Creo que sólo hay dos respuestas: durante o después. 
Una cesárea es una operación de cirugía mayor y debería ser utilizada sólo cuando es necesaria. No duele en el momento, no sientes el dolor del parto, pero te duele después y según dicen algunas mucho. Eso te impide poder alimentar y cuidar normalmente a tu bebé y sentirte una mujer sana (acabas de salir de una operación). Es muy curioso como a nadie se le ocurría poner en brazos de una mujer que acaba de salir de una apendicitis a un bebé para que lo alimente y lo cuide y como sin embargo tras una cesárea se espera que la mujer sea capaz de amamantar a su hijo a demanda etc. Si decides cesárea eliges que te duela después 
Un parto medicalizado probablemente implica epidural una vez superados los 3 centímetros de dilatación, administración de oxitocina sintética, corte en el periné (episotomía) y tal vez utilización de instrumental (fórceps, ventosa) con lo que durante el parto no te duele (mas allá de lo que sentiste para llegar a esos 3 centímetros de dilatación) pero una vez se pasan los efectos de la analgesia, los dolores y las complicaciones también son considerables y muy dolorosas. Con lo que una vez pasado el parto tampoco te sientes una mujer sana con buenas condiciones para alimentar y cuidar a tu bebé. La herida del periné no es una herida menor por mucho que algunos la quieran vender así. Yo siempre digo que si dieran a luz los hombres no se dejarían cortar los genitales tan alegremente. La OMS estima que el porcentaje de episotomías que se deberían realizar en partos normales no debería pasar del 15% de los casos, las cifras en hospitales españoles  son tan escandalosa que oscilan entre el veintipico por ciento y el 80% lo que implica que a día de hoy, si la episotomía fuera necesaria como estas cifras dan a entender, sin la ayuda de la medicina, nuestro país se extinguiría y no creo que ningún facultativo sea capaz de decir esto en publico. En este tipo de parto eliges que te duela después. 

Un parto respetado. En un parto respetado la mujer dilata libremente en la postura en la que su cuerpo le pide, es decir su bebé le pide. Si la mujer es conocedora del proceso del parto en profundidad, sabe y entiende lo que está sintiendo y está preparada para sentirlo. Además conoce técnicas de alivio (tanto ella como su acompañante, como el personal médico que la atiende) por ejemplo algo tan sencillo como el agua caliente, o colgarse muy estirada durante la contracción o tal vez una pelota de dilatación, o un masaje fuerte en el foco del dolor etc. cada mujer necesitará un recurso diferente. Sentirá el dolor del parto durante el proceso del parto. En función del tiempo que dure esta dilatación notará el dolor de forma mas moderada con espacios entre contracción y contracción para recuperarse y hacia el final de la dilatación de forma mas intensa.
Si el parto dura poco, las contracciones ocurrirán de forma continua y con apenas tiempo para recuperarse entre ellas. Pero una vez pasado el expulsivo si este también ha sido espontáneo respetando la postura que la madre y por tanto el bebé elige para nacer, no tendrá cortes, ni heridas y mas allá de sentir un profundo cansancio como si hubiera poco menos que competido en la San Silvestre, estará en buenas condiciones para alimentar y cuidar a su bebé y por encima de todo se sentirá segura, fuerte y muy poderosa por la experiencia con tantísimas connotaciones personales y emocionales que acaba de vivir (al menos esa es mi experiencia y la de las mujeres con las que he compartido impresiones) Porque además de las cuestiones puramente físicas no debemos olvidar que las cuestiones hormonales, de emociones y sentimientos son fundamentales en este proceso. En este tipo de parto eliges que duela durante. 

En resumen, un parto sea como sea su planteamiento duele y está en manos de cada una de nosotras decidir de que forma queremos llevar este proceso.

Otras cuestiones que también debemos valorar para tomar la decisión que mejor se adapte a nuestros planteamientos y que se dicen poco es que el parto: la dilatación y el expulsivo, no sólo nos afecta a nosotras. Lo que sentimos nosotras lo siente el bebé, lo que nos hacen a nosotras, se lo hacen a nuestro bebé. Durante el parto seguimos unidos por el cordón umbilical y la placenta y si recordáis, durante todo el embarazo nos hemos cuidado de forma específica y sin tomar medicamentos porque le llegaban al bebé. Por tanto debemos tener claro que si nos inmovilizan impidiendo que dilatemos libremente están impidiendo que acompañemos los movimientos del bebé, es decir que lo ayudemos a salir (muchas veces de esto se deriva que de repente digan que el bebé no baja y hay que sacarlo)

Si nos administran oxitocina sintética, aceleran las contracciones y aumenta nuestro dolor, pero también aceleran el movimiento y ritmo cardiaco del bebé (motivo por el cual deben tenernos enchufadas al monitor fetal para detectar si hay sufrimiento fetal)

Cuando sentimos una contracción es porque nuestro bebé se mueve, si ralentizan nuestras contracciones ralentizan su movimiento hacia la salida (por eso siempre que ponen la epidural se administra oxitocina sintética para evitar que el parto se detenga)

Y así con cada uno de las intervenciones. Es habitual además que una intervención de lugar a la siguiente.

En mi opinión el parto es una experiencia muy intensa, quizás la mas fuerte que haya vivido no solo  a nivel físico sino emocional. Es un proceso donde los protagonistas son el movimiento y las hormonas. Si estamos bien formadas y bien acompañadas, tenemos muchos medios a nuestro alcance para que lo que sentimos sea un dolor mas o menos llevadero que comience con la alegría de «ya empieza todo» y termine con la alegría de «por fin te tengo en mis brazos». Efectivamente yo elijo el dolor durante y trato con todas mis fuerzas de que el personal que me atienda en el parto esté bien formado, respete las directrices de la OMS y el Ministerio de Sanidad Español y por tanto colabore en el proceso (y no incordie) como por otra parte sería su obligación. 
Tenéis mucha información al final del post que escribí sobre El parto es Nuestro y en todos los enlaces de este post, con el resto de cuestiones relativas al parto.  En esta ocasión lo he enfocado unicamente desde el punto de vista del dolor porque es quizás uno de los temas que menos se trata abiertamente y que mas miedo o incertidumbre generan. 

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